miércoles, octubre 04, 2006

Semillas en Noviembre

V.

Abrió los ojos pesadamente en medio de la penumbra de la habitación. Sentía el cuerpo como si le hubieran dado una paliza, y la mente y los pulmones cargados de cierta plenitud lapidaria, aderezada con algo de embotamiento. Se encontraba muy cansada, aunque calculaba que debía haber dormido bastante. Recordaba a Morgan entrando en la salita con una amplia sonrisa en los labios, que fue disminuyendo gradualmente a medida que iba comprobando su estado de salud. Los alegres saludos de bienvenida fueron dando paso a las muestras de preocupación y a alguna que otra regañina. Pero qué has estado haciendo, estás completamente empapada...

Intentó incorporarse pese a que sus párpados luchaban perezosos por volver a cerrarse un rato más. Pero no, no podía ser, había muchas cosas que hacer y de las que hablar aun. Qué molestas e inoportunas las malditas fiebres estas, se dijo. No recordaba haber estado enferma desde que tenía cuatro años, en el invierno del cuarenta y seis.

Salió despacio de la habitación y se coló rápida en el aseo. No consentiría que Morgan la viera en ese estado. Se dio una buena ducha y se puso ropa limpia. Conforme iba avanzando por el largo pasillo adivinaba los colores ocres y anaranjados del atardecer reflejados en las paredes, y una música endiablada llegaba hasta ella procedente del salón.

Encontró a su mejor amigo bailando con los ojos cerrados, dando vueltas alrededor del gramófono. Era una de las canciones de Dizzy, por la pinta alguna de las incluidas en su segundo disco, “Salt Peanuts”. Lo miró divertida durante largo rato en silencio, sin decir nada. Cuando Morgan advirtió su presencia, lejos de avergonzarse, voló hacia ella para asirla de la cintura y hacerla por un momento su pareja de baile. Así era Morgan. Tras interesarse por su salud le puso al corriente de sus avances con la tesis. Al fin la he terminado, pequeña. Be bop, le dijo al tiempo que le ofrecía una Murphy bien fría, y que Darell aceptó sin mayor problema.

Relato por entregas enviado por Lya


1 Comentarios:

Blogger L Malaletra dijo...

Insisto en lo dicho: este texto funciona aparentemente mejor como "novela" que como "cuento"..., creo que la relación lector - texto es distinta, ofrece más espacio de lectura, las expectativas se dilatan en el tiempo, requiere leer más y probablemente más seguido.
Te animo a continuar por esta complicada senda. El ambiente está perfilado, al igual que los personajes. Duro con ellos.

12:10 p. m.  

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