Personajes Imposibles
I Alfonsita la modelo
La niña tiene diez años, le encanta la tele y quiere ser modelo. Se acurruca en el sofá empapándose de anuncios de colonias, sonrisas profidén y delgadeces made in bisturí. Lee con avidez los suplementos de belleza de El País, y se pone a escondidas las pinturas de su madre. Está deseando crecer, tener dieciocho para escapar de casa y apuntarse a una agencia de modelos francesa, tan chic. A Alfonsita le gustan las cosas a lo grande. Ha cogido las mejores fotos del verano y ha hecho un book con tijeras, un cuaderno viejo y un tubo de pegamento imedio. Alfonsita pesa ochenta y un kilos, pero su maestro del cole le ha dicho que eso da igual, que no importa lo que los demás piensen de sus sueños, lo único importante es que lo que deseamos fervientemente. El profesor debió de aprender esto en una película de Disney. Pero Alfonsita sufre, y le queda mucha mili.
8 Comentarios:
Ppppfff, qué cambio de registro... Desde luego tienes la creatividad desatada. Es raro verte escribir tan acá de las cosas, casi en plan columnista. Pero saludo que vuelvas la mirada sobre lo ordinario (por oposición a lo extraordinario, que había sido tu tradicional campo de juegos) y le des voz a un puñado de personajes patéticos y entrañables, sobre todo indefensos. Sigue con este anima bestiarium de lo cotidiano...
Yo también me alegro de los cambios de registros. Los textos escritos a modo de columna periodística ofrecen un montón de posibilidades, dinamizan el blog.
El tema de la gordura, la anorexia y las modelos esqueléticas está de rabiosa actualidad. Con patéticos endocrinólogos protagonizando pantomimas en las pasarelas Cibeliánicas. Acuden con su simple báscula y su tallímetro para dictaminar: tu eres una "cani", tu sin embargo estás muy buena. A desfilar...Se me antoja que el mundo de la moda con sus señoritingas excesivamente estilizadas y sus diseñadores de dudosas tendencias son parte de la modorra social con ánimo de lucro a la que asistimos impávidos mientras seguimos comprando trapitos y sosteniendo una industria más que provechosa. ¿Para qué? Cuanta más sofisticación más injusticia, más desigualdad. Eso es lo que me sugiere este texto de gorditas amorfas...la mente es libre, cuando la dejan.
Palabra de Políglota
Quizás el miedo a la frustración nos lleve a generar criaturas narcisistas e indefensas frente a lo real, sin capacidad para tolerar el sufrimiento de lo cotidiano, apegadas a las expectativas que derivan de principios muy primarios...
En un segundo tiempo la sociedad se preña de ofendidos, de afectados, de grupos de autoayuda, de malestar medicalizado.
No es lo correcto pero quiero atreverme a cambiar este texto y convertirlo con el permiso de D´ARTAGNAN en :Para personajes posibles.
"Pero Alfonsita sufre, y le queda mucha mili", eliminemos este registro y para ser positivos demos un toque de optimismo a los gorditos.
No pensemos sólo que existen modelos para llevar trapitos en los que es imposible adaptarse.
Alfonsita puede que mire en más allá así, el pintarte puede llevar a sentirte guapa y olvidarte del resto de tu ser, éste, no debe importarnos tanto.
El redactor habla de una gorda, el maestro ve a una gorda, pero Alfosita ve (al igual que yo) en su cara una modelo, su deseo.
Enfrentar la frustración, tolerar el sufrimiento, diversificar expectativas buscando alternativas ¿intelectuales?...
Quizás Alfonsita sueñe menos y acabe perdiendo este patetismo marginal que la erige en personaje literario.
Leo, alfonsita tiene 10 años y no sabe gestionar la presión social. No importa lo que vemos nosotros, libres. Ella no lo es.
Perdón, mi comentario anterior no es para Leo sino para Sólo de Paso.
Sorry.
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