Personajes Imposibles
Pues sí, Cósimo es escritor. Nunca ha publicado nada, pero le da igual. Es asimismo tertuliano en un par de grupos de su ciudad, y es conocido por su mesura y su bisturí, objeto con el que se siente capaz de reducir cualquier literatura a un simple conjunto de sistemas, órganos, aparatos y tejidos semánticos, simbólicos e incluso alegóricos. Es un apasionado de la metaliteratura, de la deconstrucción en la poesía, de las nuevas formas del lenguaje, de la literatura madagascarí de entre – guerras, que conoce al dedillo porque es el único usuario del blog del ministerio de cultura del país africano. Pero Cósimo va mucho más allá: cree que el verdadero escritor no debe leer, incluso que no debería publicar, pues todo eso contamina su creatividad. Mark Twain dijo de los aficionados a la literatura que pensaban que se encuentra[n] ante la presencia de una profesión que no requiere aprendizaje alguno, ni experiencia, ni entrenamiento; únicamente, un talento seguro de sí mismo y el valor de un león. Y con esto estaba de acuerdo Cósimo (no con lo que decía Mark Twain, sino con lo que pensaba el aficionado, claro). Además, Cósimo siempre dice que escribe mejor cuando se ha bebido un par de gintonics y fumado un petardo, pero todo el mundo sospecha que entonces es cuando únicamente se olvida de su mediocridad. Se siente contento cuando vomita un poema o un relato que le ha salido de dentro, se siente literato porque ha hecho un escrito en carne viva, un trozo de experiencia, un testimonio de su dura lucha. Pero en cuanto recupera la sobriedad, se da cuenta de que no es nada más que un esclavo de su personaje, y se siente incapaz de abordar seriamente su vida, incluso de cometer el sacrilegio de corregir lo escrito. Mira la estantería, vacía de libros, y se da cuenta que su realidad está carcomida desde los cimientos.
(Se barajaron los subtítulos: “Hurgando en la herida”,“Mirando el espejo con fijeza”, o incluso “Tribulaciones del Mediocre”)
15 Comentarios:
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en este tenso silencio espero a los aludidos y afectados
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espero d´artagnan que no te quedes sin tu ración de estocadas
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En guardia estamos, amigo. Y no dudes que en cierto sentido Imposibles II es más un harakiri. Es una visión más de MI mediocridad que la de los demás.
Pero ellos allá. Yo al menos, pongo el ... el escrito, quiero decir, por delante.
Viva la pepa.
Vale, yo también me borro: oh amigo, cuánto arrojo al cargar contra ELLOS, a tu lado espero SUS estocadas estoicas (blablabla...)
Hace tiempo que aprendí a reírme del personaje. Además ya he admitido que mi target más alto en el mundo de las letras es ser el nuevo Juan Bonilla. Así que no me molesta verme reflejado en "dos o tres insignificantes detallitos" de tu Impossible nº2...
Lamento decepcionar a quienes buscan en todo comentario un arma de destrucción masiva. Esta vez ni siquiera (me) la voy a desenfundar.
Go on, my friend(s)
Jules.
Repito... Cargo contra los sentimientos negativos que arrastramos los que buscamos ser escritores. No sobre una parte de los escritores que no piensen como yo. Repito. Repito... Que ninguna de las "partes" me utilice como abanderado o frente de choque, para ellos aplaudir desde las posiciones del generalato... Es decir, sólo me atendré a comentar el contenido de Personajes Imposibles II, no las opiniones que los demás compis vean en ellos. Yo, en PI II sólo me veo a mí, y a mis fantasmas. Repito.
Y para acabar, viva la literatura. Lo demás, cada vez me importa más un bledo. Leo y escribo porque en mis personajes no me veo obligado a defender mis posturas, incluso mis personajes no piensan como yo. Repito.
Abrazos para todos y un beso para una.
Es un día lluvioso, un día laico
de guardabarros y de esquinas tristes.
Vigas de luz soportan los forjados
de una sala que está dentro de tí,
donde alguien vela.
Pronto, estos años se clausurarán,
y, si no has aprendido a vivir como un monje,
sólo podrás hacerlo como un siervo
Joan Margarit. El primer frío.
Este es mi estandarte, esta mañana de otoño
Besos
Una vez conocí a un tipo que se había aficcionado tanto a la metaliteratura que empezó a diseccionar todos y cada uno de los acontecimientos importantes que tenían lugar en su vida cotidiana, y todas y cada una de las relaciones que había entablado con alguien, ya fuera un amigo, su novia, o incluso su padre. Demencial. (Por cierto, se podría hacer un relato sobre esto último)
En cuanto a la postura vital de Cósimo frente a la escritura, creo que hace aguas por todos sitios. De hecho no conozco a ni un solo escritor que además no sea gran lector, y que tenga cierto nivel cultural (medio-alto). Lo de la aversión a publicar si que no lo entiendo. Suena un poco como a protegerse de la realidad, no? Es decir, no querer enfrentarse a ella, por si acaso resulta que uno no es tan brillante como creía ser.
Pero en esta entrada voy a discutir la opinión incluso del propio Mark. Cierto que se necesita aprendizaje y experiencia en esta profesión, pero sin duda alguna también ingenio, talento y creatividad.
Besos, mosqueteros.
Puntualizo algunos aspectos introducidos por Leonor.
Atrincherarse en la metaliteratura es distanciarse del objeto literario en sí mismo para aplicarle una mirada totalizadora, que lo coseifique utilizando sus propios elementos.
De disecciones maravillosas está repleta la literatura que sedimenta inagotable en la memoria: Carta al Padre, Diarios, el propio Proust...
La literatura destila desde un alambique personal los fragmentos que se engullen de una manera u otra. Ficcionada o hiperrealista, esta materia prima hay que interiorizarla y después elaborarla con mayor o menor genialidad.
Absolutamente de acuerdo en la necesaria nutrición del diletante, para traspasar la barrera, o solo para enriquecer su paraíso personal.
Escuchar a Borges y sus inagotables fuentes de referencia es el mejor ejemplo
Leonor:
1.- Hay relatoprecisamente porque la vida (y la visión de la literatura) de Cósimo hace agua por todas partes.
2.- Un escritorgrande que no leía: Rimbaud
3.- Un escritor que tenía pánico a la publicación: Kafka
4.- Einstein: el éxito consiste en 1% de genio y 99% de traspiración.
(podemos discutir y no estar de acuerdo en los porcentajes, pero Cósimo y muchos como él, niegan el del esfuerzo)
Un abrazo, y gracias por entrarte en el relato, y no a espadazos como hemos hecho todos en otras ocasiones.
No fracasar en la metaliteratura solo está al alcance de los genios.
Es una vocación frecuente en el diletante o en el que carece de talento narrativo.
En otras ocasiones es el reiterado afan de torear en el ruedo del ombligo.
En general somos generosos autosuministrando ironía a nuestros persona(jes). No hay nada más ridículo que tomarse en serio.
Keep on writin´
Por ahí va la cosa, doc. La metaliteratura no es execrable en sí misma, pienso que lo execrable es que haya gente que la utlice como excusa para esconder la mediocridad.
Ese era mi mensaje. Porque a mi mismo me digo, a menudo, "chacho, la de películas que te tienes que contar para convencerte de que merece la pena vivir"
Hola Gela, me alegra oírte (leerte) de nuevo. Los matices que introduces en mis comentarios creo que son bastante acertados, aunque lo de las disecciones maravillosas habría que discutirlo, si dios quiere, tomando una cervecita.
JL y Doc. Estoy de acuerdo en parte con vuestro mensaje. Aplicando conocimientos de metaliteratura a un texto en el que estamos inmersos es disfrutarlo el doble. Lo que reivindico es un poco de cal y arena, creo que se entiende. Puntualizo lo de JL. La literatura no es execrable en sí misma, sí en cambio la gente que lo utilza para esconder la mediocridad. Totalmente de acuerdo.
Metaliteratura en su justa medida. Los excesos de erudicción me dan como grima, que quereis que os diga.
Por cierto Dartagnan, me has citado excepciones (Rimbaud y compañía)que creo que no hacen otra cosa sino confirmar la regla. Si me das una lista de diez o quince, me lo replantearé de nuevo.
Antes de que empeceis a lapidarme: Perdón ,la "metaliteratura" no es execrable en sí misma... La literatura en la vida, por dios.
Dos cositas:
Una. Rimbau no era, ni mucho menos, un iletrado. De hecho, mandó su obra primeriza a Verlaine, cuyos textos conocía teniendo aun 15-16 años. Su juventud insultante lo hace mal ejemplo para cualquier cosa (con menos de 20 años escribe "Una temporada en el infierno"). Desde aquí un recuerdo a Sole, que nos emocionó con su lectura de Rimbau (ese corazón que babea a popa).
Dos. De qué hablamos cuando hablamos de metaliteratura? Como tal yo entiendo el texto que pretende hacer literatura con la literatura, que se refleja a si mismo, una serpiente que se digiere la cola. O algo así.
Besos
Leonor, estamos de acuerdo. Una golondrina no hace verano. Es decir, que Rimbaud no leyera demasiado no sirve de excusa a todos aquellos que defienden (que los hay, por ejemplo Cósimo) que se puede escribir sin leer. Rimbaud era un genio, obsérvese los datos que da Leo, pero el resto somos cuasinormales. Yo, no Cósimo, creo que el clásico se construye sumando una pizca de genio con mucho trabajo de aprendizaje. Y este trabajo de aprendizaje se construye escribiendo mucho y leyendo más. Y pasa ser más correcto aún, diré que ese el camino que yo he elegido, y acepto cualquier otro como válido para los demás. Pero desde luego, no para mí.
Leo, decidir a los veintitantos dejar de leer y escribir para irse a África, desde luego, no es ser un iletrado, pero sí es tener una concepción muy drástica de la vida y de la literatura.
Doc. De qué hablamos cuando hablamos de metaliteratura... Como su propio nombre indica, es ir más allá del propio texto, un análisis profundo del mismo que se basa en localizar hallazgos expresivos y técnicas formales que se hayan empleado, tanto en la forma(tiempos verbales, figuras literarias) como en el fondo(el tono que el autor le da a su texto y como une éste con la idea esencial del mismo), para terminar valorando el impacto final que la obra tiene sobre el lector.
Al menos, en mi modesta opinión, eso es para mí la metaliteratura.
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