Extracto de los Poemas de la Muerte
II
Amante de los paisajes desdibujados,
de las cortinas de grises lluvias
que impiden la desolada nitidez,
busco lo incierto, lo que no encaja,
para no enfrentar la única certidumbre.
Vivo inmerso en la triste trascendencia
de soñar que sueño sueños reales,
esperando encontrar en los bosques
un tronco negro que me cuente
que sus raíces guardan conciencia de semilla.
No pido una existencia tras el tránsito,
sólo anhelo para después un rastro de memoria,
un sentimiento vago de impresiones pasadas,
para no sentir que con la muerte no se siente,
para no perder la esencia de mi yo.
Miro el fuego que se apaga,
la pila de leña que se agota.
Amante de los paisajes desdibujados,
de las cortinas de grises lluvias
que impiden la desolada nitidez,
busco lo incierto, lo que no encaja,
para no enfrentar la única certidumbre.
Vivo inmerso en la triste trascendencia
de soñar que sueño sueños reales,
esperando encontrar en los bosques
un tronco negro que me cuente
que sus raíces guardan conciencia de semilla.
No pido una existencia tras el tránsito,
sólo anhelo para después un rastro de memoria,
un sentimiento vago de impresiones pasadas,
para no sentir que con la muerte no se siente,
para no perder la esencia de mi yo.
Miro el fuego que se apaga,
la pila de leña que se agota.
2 Comentarios:
Extraordinario. Sobrio y conmovedor. La palabra justa a cada palabra. Iluminaciones rotundas ("la desolada nitidez", la metáfora del tronco y las raíces, ese final...).
Lo mejor que te he leído en poesía.
Pero, para mí, éstos son "poemas de la vida". Hay una rara alegría en nombrar lo inefable, con palabras bellas, y ser comprendido.
Quiero más.
"Miro el fuego que se apaga,
la pila de leña que se agota."
Creo que la poesía debe funcionar a través del máximo despojamiento. Y en estos dos últimos versos lo consigues plenamente.
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