Descansando, VII
Y por todo esto reposo en esta habitación, mi habitación, la de siempre, arropado por mis libros y rodeado de mis seres queridos, que miran a cualquier parte menos a mi rostro. Contemplo mi antigua realidad, acostado con mi mejor traje y aquellos zapatos negros italianos, y siento como María - iluminada por la duda en forma de cuatro velas blancas- sigue observando mis pies, aunque ya no llora. Entiendo que Manolo no esté, pero lo necesito a mi lado. Estará con el abuelo, pues a él tampoco lo veo. Pero yo sigo aquí, sin movimiento, fuera del tiempo. Sintiendo como una pérdida la oscilación ligera, el casi titilar, de la luz de las velas. Con el pánico atroz a la ausencia de la consciencia, que es el único miedo porque todos emanan de él. Estoy muerto, soy consciente de ello, y no tengo fuerzas para desconectarme del recuerdo de la vida. Dan ganas de rezar.
FIN, quod erand demostrandum.
FIN, quod erand demostrandum.
12 Comentarios:
Misión cumplida: la mórbida mirada de un moribundo mientras (m.m.m.m.) agoniza ("as i die lying"), con algunos momentos optimistas y rijosos, pero con un tono general de lento duelo y despedida. La realidad se deposita en los detalles: unos zapatos italianos negros.
Y al final a todos nos darán ganas de rezar.
Ahhh ese peazo de Faulkner...
Estupendo final, broche de Armani último modelo. Enhorabuena, una vez releídas por orden todas las entregas cobra mucha fuerza y sentido. Bravo, petit dartagnan. ayyy, si estuvieras aquí te revolvería un poco el pelo como una mami orgullosa.
Un beso.
Leonooooor.... !que eres varias veces reina y madre de reyes!, qué van a decir las "luengas lenguas" de la corte, si te vieran revolver el pelo de este humilde, aunque halagado, mosquetero...
Un beso, reina.
Consciente de estar muerto, luchando por seguir conectado aunque sea a través de un monólogo sin receptor -sólo el lector -.
Un diferido homenaje a Naguib Mahfuz...si me lo permites
Como no recordar El Callejón de los Milagros?
Hoy, otra muerte de un venerable anciano, Glenn Ford, 90 años.
Ese pobre hombre... finalmente manumitido.
La vida es dolor y miedo. Ahí está el engaño. La libertad completa existirá cuando sea indiferente vivir o no vivir. Quien venza el dolor y el miedo será Dios. Y el otro Dios, el que representa el dolor del miedo a la muerte, Ese no existirá.
Reza por nosotros, hombre nuevo, y mata nuestro engaño.
Manumitido?
Hombre, dadas las circunstancias, ya podrá ser manometido.
No?
No?
¿Me pareció ver un lindo pajarito?...
Mi querido y lúbrico erotómano. Sigo tus lecciones desde hace tiempo. (Lo único que no entiendo son esas verguenzas, esas ansias por ser censurado,...) Tenemos que hacer una escuela. ¿Te atreves a ponerle nombre?
Siempre tuyo,
pajarito
Ejem... Vale, me la enfundo.
Una nueva humanidad por alborear y vosotros, mendaces burgueses, herpes abyectos, enfrascados en salaces chanzas de falansterio. Seguid. Seguid con vuestros juegos sicalipticos. El pandemonio os purificará. Y no habrá más dios que el hombre nuevo.
¿Queréis pruebas? Escrutar las aguas heladas del rio. Os advierto: mi cadaver no será agradable.
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