Ciudades
La bruma, al levantarse bruscamente, animó al barquero a seguir bogando a la vista de las dos ciudades, a izquierda y derecha, en las dos márgenes del ancho río. La ciudad de la derecha era un conjunto ordenado de líneas curvas, amontonándose círculo tras círculo, óvalo tras óvalo, esfera tras esfera. Alternados, podían distinguirse dos tamaños en los edificios: muy grandes o muy pequeños, ninguno intermedio, adosados unos a otros muy levemente, casi en una suerte de caricia. La ciudad de la izquierda, sin embargo, era un conglomerado casi caótico de ángulos y filos, de aristas y caras regulares, de paralelepípedos y rombocaedros, de cubos e icosaedros, de diagonales férreas y balcones como celdas de abeja. Las casas eran de todos los tamaños y de todas las edades, y aparecían esparcidas disimétricamente, ora muy apretadas, ora solitarias o semienterradas. El barquero quiso atracar en el muelle de la derecha. Una pescadora que arreglaba sus redes le advirtió que estaba prohibido y que lo intentara al otro lado. Pero me gusta más la ciudad redondeada. La otra es… no sé… oiga, ¿no tienen puentes? Ella sonrió y dijo: Nunca hubo ni habrá puentes sólidos entre las ciudades de Marte y Venus. El barquero contestó: No sorprenderá, entonces, el número de ahogados.
36 Comentarios:
Ahogarse por intentar buscar, desde el tumulto desordenado de aristas y ángulos afilados el contorno suave, la caricia ondulada.
O sucumbir por huir del aburrido ámbito sin esquinas, repliegues, refriegas, heridas.
¿No se puede atracar en Venus sin someterse al riesgo de sucumbir?
¿No se conectan amor y contienda por interludios "h-armónicos"?
Ese barquero debería sondear el río...
PD: un guiño a la arquitectura mitológica.
Me hubiese gustado mas al revés; la ciudad ordenado a la iquierda y la caótica a la derecha; por qué siempre tendemos a identicar derecha/derecho con estabilidad e izquierda/izquierdo con desequilibrios? Mmmmm.
Estoy cansada. ordenad"a" e identi"fi"car. Disculpas.
En algún lado tenían que estar, si la identificación tiene algún sentido ultraliterario, este es absolutamente subsconciente. De todas formas, todo depende de si subes o bajas el río: lo que está a la derecha estará a la izquierda y viceversa.
No es la lateralidad, en suma, el substrato del relato: lo es más la relación a la vez imposible y necesaria entre Marte y Venus, entre el Hombre y la Mujer, arquetipos.
Lo se, me imagino que no lo buscabas conscientemente. El substrato del relato está captado, y me gusta, aunque yo hubiese puesto algún puente, aunque fuera uno de cuerdas y tablones de madera viejo y carcomido...
Un beso de shaskatune/leonor de aquitania.
Ya se ha relevado shaskatune, mira que le dije que no lo hiciera, incluso que te dijera en alguna entrada que no te conocía.
Alguien me puso en la pista, querida Leonor... pero te prefiero a ti, mi reina, que a ese otro alter-ego tan luchador y sorprendente...
Un beso.
hay ciertas curvas que no pueden camuflarse a golpes de heterónimos
ni ciertas aristas tras los pliegues de capas galantes....
He hipertrofiado mis aristas y me he cubierto con afilados bordes para cubrir unas redondeces poco agraciadas.
La mejor espada para decapitar el deseo de imposibles conquistas envueltas en seda...
Brienne tiene tanta facilidad de palabra como belleza en el rostro:
..me he cubierto con afilados bordes para OCULTAR unas redondeces poco agraciadas
Probablemente en la ciudad marciana existan venusianas camufladas con ropas de varón, o marcianos femeninos que aun se desconocen. Y en venus, marcianos con curvas ocultas o venusianas con atributos masculinos.
Quizás no sean puentes sino túneles, hogueras parpadenado en la noche o misiles teledirigidos los puntos de contacto.
El contacto puede producirse si ambos generos renuncian a lo que los define socialmente como varones y mujeres, y podrán divertirse gozando de las diferencias.
Es tiempo de dinamitar prejuicios, creerse iguales y disfrutar la asimetría.
Roy
Jaime, el paradigma del incesto narcisista asomó su cola:
Se lía con su alter-ego femenina para esparcir clones pajizos...
Roy, jaime no necesita ni puentes, ni túneles, ni misiles....Se basta el solito y su imagen proyectada al infinito.
Jaime Lanister no se relaciona con mujeres. Sólo con espejos.
Magnífico.
Es el primer relato que escribes en el blogger que ha conseguido cautivarme
Gracias, desconocido anónimo. Nunca es tarde si la dicha es buena.
Pediría - si no sonara a vanagloria, gloria vana - una segunda oportunidad para otros relatos. O al menos, una sesuda argumentación de porqué este sí te ha cautivado y en otros - por el contrario - no lo conseguí.
Pues de todo se saca un aprendizaje, de toda flor un néctar.
Blasfemas, enano... Tu traición es manifiesta. Por si no tuviera bastante con el pueblo amotinado y hambriento a las puertas de palacio, te dedicas a contar historias de viejas de bajo estrato social. jaime lleva nuestra sangre, mas te vale traerlo pronto de vuelta a casa, Gnomo, si no quieres que las piernas se te atrofien más aun, doy fe de ello.
Querida Brienne, más nos convendría mantenernos alejados de esta turba de mentirosos y asesinos... En cuanto a vos, no sé que me impide el mataros aqui mismo, no tuvisteis mayores miramientos a la hora de defenestrar a mi hijo pequeño. Si no fuera por Arya y Sansa, ibais a conocer bien mis afilados bordes.
Aullan las lobas de la manada: una presa de su propia lascivia, otra encadenada por su hierático porte.
Qué banal intento el de tender un contacto entre esas dos orillas: dominar la vanidad del secreto poseído, el engaño, las confidencias perforadas....¿para qué necesito yo puentes?
¿Quién-es le está sacando tanto juego a canción de hielo y fuego?
Y yo que me lo leí de un tirón....en diagonal, claro...
la culpa la tiene d´artagnan, él empezó con el tema de las orillas..
Vaya, periférico atónito, un contónito, y resulta que, sin comerlo ni beberlo, yo tengo la culpa.
Si lo llego a saber, firmo las entradas como Jon Nieve.
Que no, que es broma, si a alguna intención literaria puedo aspirar es a provocar estas y otras disquisiciones.
No, aquí la mayor parte de la culpa la tiene el Sr. Montero: entre ala triste y las guerras mundiales no hay quién lo saque de la orilla izquierda....
que en la orilla izquierda agiten el borde de una enagua y ya verás que pronto se tira al agua, con libro y tooo
Claro, saldría huyendo......
Para huir de vuestras propias urdidumbres, Araña... Sabes demasiado sobre demasiada gente. Te temen a la vez que te necesitan. Un paso en falso y tu delicado equilibrio se quebrará por completo; cuando llegue ese momento, todos te querrán muerto.
No puede ser, me niego a creer en tales blasfemias, aunque confieso que a veces me aguijonea la incertidumbre, y no es que esté precisamente orgulloso de mi padre, mis ojos... No, no puede ser, los colgaré a todos por traidores, al primero a mi tío. Que se habrá creido abofeteándome en público?
no, la culpa procede "de la perifería".
Calla y otorga
De momento puedo seguir dando lo que todos deseáis obtener: halagos y sensación de control....
no, la culpa la tiene la meditación zen: ha abducido a javi benítez
la culpa siempre ha sido de Abelenda: no quiere saber de culpas....
¿no la tiene diego? es el que empezó a emitir sonidos cálidos dirigidos hacia la otra orilla.....
Me estoy liando...
pero si siempre la tuvieron los que se asoman tímidamente y se marchan sin decir nada....
no lo creo,
son "ellas", en esa aparente armonía, controlan el caos como nadie....
¿Qué es eso de desconcierto Quintínn?
¿no has leído la entrada?
Resumen breve: tías a la derecha -ya sabes, redondeces, orden, mírame y no me toques-, tíos a la izquierda - desorden, ganas de bronca y otras cosas...-
A partir de aquí a soltar lo que quieras con respeto, claro.
Tú apareces por ahí, medio embobao y te tiras al agua por tu pánico homo...
Soy un genio en esto de los resúmenes ¿o no?
Mecanismo muy útil para fines psicopáticos:
Atomizar la culpa, repartirla entre los más o menos conocidos en partes desiguales, por cualquier motivo, y después de vaciar el depósito propio tomarse un par de cervezas, por ejemplo.
Eso sí, que nadie cuestione el origen de esta extraña culpa, se invalidaría el proceso.
Ohmmmmm...
¡Huy, me cachis, ya me salía de nuevo mi mantra favorito!
Felicidades J. L., me has ganado de nuevo para tu causa de minirelatos poéticos. Esta vez me parece ver en la sombra a una especie de Italo Calvino melancólico. O tal vez sea tu voz propia, con ecos de mil clásicos y siempre hermosamente desesperada.
Debería de aprender algo de ti, ahora que estoy embarcado en un proyecto de recreación de un mundo imaginario. A veces se me olvida la importancia que tiene la textura poética en este tipo de fantasías.
Nos leemos.
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