De Anima Bestiarium
XIX El Lagarto Poeta.
En la vieja biblioteca de Squamatóbriga, entre los más que amarillos pliegos de una Historia Naturalis de Cayo Plinio Segundo, se encontraron - garabateadas por un amanuense anónimo - las únicas líneas conservadas que dan noticia del calamosaurus. Se trata de un lagarto del tamaño de la comadreja, del color brillante de los lapislázulis egipcios, con tan larga cola que el animal la curva ante sí para admirar con arrobamiento su belleza. Es en los alrededores de la ciudad de los Vatitas, más allá de los desiertos páramos donde van a morir las Musas, donde habita este reptil, el cual, entre sueños, en las frías alboradas que preceden a los idus de marzo- infausto recuerdo manchado por la sangre de Julio César-, entreve un poema digno de ser cantado por todos los coros del Olimpo. Cuando el sol empieza a calentar, busca su piedra, su pared, su solana, e intenta versificarlo. Pero justo en el instante en que las primeras rimas parecen encajar, de los más altos estratos baja el milano; el lagarto ha de buscar la salvación en su escondrijo bajo tierra y todo lo olvida.
8 Comentarios:
Inspiración reptiliana truncada. La peor de las maldiciones para un poeta. Me gusta.
Huir del arrebato mortal antes que fluya la afilada sombra que convoca el poema
Inquietante foto
Perdón por las correcciones de última hora (siete horas después de la primera publicación),no es mi estilo, pero se trataban de flagrantes errores. Por ejemplo "busca" dos veces en una misma frase.
Aproveché para hacer una digresión sobre los idus de marzo que no estaba en la publicación original.
¿Qué más alto poema que aquel escrito por las garras del lagarto sobre la piel desnuda?
Recuerdo lagartijass puestas a secar en las tapias encaladas de un cementerio, deletreando un lenguaje olvidado.
Recuerdo la gruesa serpiente blanca de escamas trasparentes cifrando signos en otra piel replicante, asesinada por un hermano.
Antiguas historias que se perderan como....
RB
En una segunda lectura. Tierra estéril para los versos, más allá del desierto donde van a morir las Musas, como elefantes en busca de cementerios ancestrales. Gran acierto.
Roy, la gruesa serpiente blanca sirvió de mortaja a Jim Morrison.
Al Lizard King le gustaba la poesía.
Entre sus lecturas estaba Baudelaire y Rimbaud....
Que continúe la espiral.
Sobre inquietantes dunas,
yermas, sin murmullos,
reposa el lagarto
con estática silueta.
Estéril silencio
como implacable castigo
por un crimen mitológico.
Ya lo tengo, "el rey lagarto", ese podría ser mi próximo papel.
Mudo en mitad del escenario, con esta mirada intensa que petrifica....mientras musas semidesnudas aclaman mi figura.
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