jueves, noviembre 16, 2006

De Anima Bestiarium

(De la Fauna y Flora de los estados del alma)

XVIII La Ardilla Meticulosa.

Es entre los grandes bosques de Renania donde una vivaz ardilla ha hecho de los inmensos pinos negros un hogar. El agujero donde nace -para ser inmediatamente abandonada por sus progenitores- está siempre a pocos palmos del suelo; todo su vivir es un peregrinar hacia la altura. Mide cada rincón del árbol con sus saltos pequeños y fugaces, va descubriendo cada rama, cada piña, cada aguja, cada brote, cada piñón. Toda línea de la corteza del melánico tronco es estudiada en sus más ínfimos detalles con el objeto de memorizar las rutas arbóreas. Y sólo cuando se siente absolutamente segura de cada uno de los pasos que ha dado – y eso pasa muy raramente – decide avanzar la longitud de una aguja del pino hacia la lejana copa. Abandona la meticulosa inquisición de lo cien mil veces explorado únicamente por tres razones: para comer, dormir y aparearse. En este último caso, se marcha del árbol para que sus descendientes continúen la tarea; ella busca un nuevo pino en las cercanías para recomenzar el proceso. Las ardillas mueren cuando por fin alcanzan la copa: la belleza insoportable del sol naranja poniéndose tras unas lejanas montañas le muestran un mundo que ella misma se ha negado, un mundo que ni ella ni nadie de su progenie alcanzarán jamás. Entonces le llega la caída.

9 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Hermosa historia la de esta ardilla en permanente búsqueda. El destino que le aguarda es trágico, como el de cualquier animal del bosque que aspire a llegar a la copa de su árbol.

No obstante, siempre quedarán los consuelos del confortable suelo y del sueño sobre lo que podría haber arriba y nunca se llegó a ver...

5:00 p. m.  
Blogger L Malaletra dijo...

No me atrevo a columbrar el alcance psicológico/moral de tus historias. En muchos casos apuntan a inquietantes certezas. Me doy cuenta de un cambio a lo largo del bestiarium. Algo del caparazón arcaizante ha cedido para dejar ver un estilo más personal.
Saludos

6:38 p. m.  
Blogger José L. Muñoz Expósito dijo...

Personal fue siempre, arcaizante a veces.

En cuanto al "alcance psicológico/moral", si llevas la meticulosidad al extremo, sale un obsesivo-compulsivo. Aaaaaaaaayyyyyy

6:41 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Me gusta esta entrada otoñal; la mente se me llena de colores anaranjados, amarillentos y pardos. Este pequeño y simpático roedor cae en las fauces de una meticulosidad desgarradora, que le priva de ver otros horizontes. Por qué? Precaución instintiva impresa en los genes? No estoy muy de acuerdo con el final. Creo que el espíritu aventurero es inherente a esta especie, por lo menos en cuanto a la búsqueda de alimentos seguro que viajó algo más de lo que cuentas.
Alguien me dijo de niña en cierta ocasión que hace mucho, mucho tiempo, una ardilla podía cruzar el país entero desde los Pirineos hasta Sierra Morena saltando de árbol en árbol, sin necesidad de tocar nunca el suelo.
También tenía algún que otro animalito sacado de su anima bestiarium particular.

7:03 p. m.  
Blogger José L. Muñoz Expósito dijo...

Leonor, se trata de la fauna y flora de los estados del alma, no pretende ser un reflejo real de cómo son las ardillas: las ardillas son una metáfora -casi una escusa- de sentimientos de otro tipo, más humanos, más míos.

8:32 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Una exploración incesante, dosificada, limitada.
Recorrer las rugosas venas de la corteza, confirmando lo asible.
El vértigo ciñe el tramo final, la mirada hacia lo inabarcable.

Yo también he percibido un cambio en el bestiarium: como notar la respiración del autor más próxima.

8:29 a. m.  
Blogger L Malaletra dijo...

Al parecer una ardilla suicida se lanzó bajo las ruedas del 4X4 que un escritor de este blog conducía por un parque nacional. Su pareja (la de la ardilla), desorientada, intentaba entender que sentido tenía aquella inmovilidad de moribunda. De ahí que los árboles parezcan un lugar más seguro y apacible.
En cuanto al sentido alegórico: cada cual -como puede verse- asume uno distinto. El mio (el de esta ardilla roja) está teñido de pesimismo

12:20 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Al mentar a la ardilla roja me acuerdo de Medem, chicos.
JL, ya se que se trata de la flora y fauna de los estados del alma, a estas alturas no hace falta aclaraciones de ese tipo(a menos que sean defensivas). Pillé el espíritu de tu bestiarium desde la primera entrada. Solo trataba de jugar un poco.
Dotas de implicaciones emocionales a un ser vivo real, que se convierte en el protagonista. Imagino que éste se independiza de tí y se queja, eso es todo.
El cambio en el tono de estas entradas se ha vuelto más lírico en la línea de lo personal, estoy de acuerdo. Y creo que es un gran acierto.
PD: En qué parte del universo informático vives, Dartagnan? Lo digo para ir a por tí el próximo jueves a cosa así de las ocho y raptarte, je je. Otros lo han intentado, pero no parece que surja mucho efecto. Quizás la unión haga la fuerza.

1:06 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Escusa -- excusa (D´A)
Surja -- surta (LA)

10:58 a. m.  

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