jueves, marzo 15, 2007

Mirándote


Me he pasado toda tu vida observándote mientras te sientas o te recuestas en el sofá; te he visto con un libro en la mano, o soñar despierta mirando la ventana, o dormitar con tus morenas piernas desnudas bajo un camisón azul, con la cabeza en un viejo almohadón, grande y cómodo. Has recorrido miles de veces, con la cabeza baja, el bucle que va desde la cocina al sofá, desde éste a la ventana, y desde ésta hasta la cocina, y yo he continuado mirándote. Acabé por enamorarme de ti el día – tú tan joven entonces, tan viejo yo como siempre- en que levantaste los ojos hacia mí e hiciste que su verde resplandor quedara prendido de mis entrañas. Desde entonces, cada lenta cadencia, cada ciclo, cada posición de los péndulos, cada latido de mi ser en esta caja de madera han sido por y para ti. Te he visto crecer, soñar, ser feliz. Pero soy el culpable de tu declive. En el día que has cerrado los ojos, en que has apagado aquel viejo fulgor esmeralda, me asomo por las ventanitas de este reloj de cuco donde he cosificado mi esencia e intento parar estos péndulos que semejan piñas colgantes. No lo consigo. Uno no puede huir de su naturaleza, ni siquiera Cronos, hijo del Caos y padre de dioses.

4 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

La idea de un cronos intangible pero sensitivo está bien reconducida en este relato. No sé si quizás hubiera encajado mejor en el formato de leyenda mitológica, adaptando los detalles ambientales...

8:23 p. m.  
Blogger José L. Muñoz Expósito dijo...

Esa duda la he tenido yo también. Pero la idea del tiempo encerrado en un reloj de cuco me parecía imprescindible. Y no un reloj de cuco cualquiera, sino AQUEL reloj de cuco, aquel de la infancia, el que colgaba del salón de aquella casa...

9:23 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Hay algo más que cronos en este breve escrito.
La voz del escritor da vida, se mimetiza en una imagen infantil, que parece marcar un tiempo benigno, para otorgarle sensaciones propias.
Una mirada que intenta liberar una cadencia perenne, indefinida, para colocarla en una relación íntima, imposible.
Tu mirada me ha colocado en una representación distinta y ahora yo no puedo detenerme para mantenerte eterna...
.."Desde entonces, cada lenta cadencia, cada ciclo, cada posición de los péndulos, cada latido de mi ser en esta caja de madera han sido por y para ti.."

A mí me gusta tal y como está...Un abrazo

10:11 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Hola Mosk

Un portico amigo me ha conducido a las puertas de Saint Gervais, como en aquellas otras mareas del tiempo gobernadas por un afilado Avatar. Hyperion queda lejos. En todo caso, saludos.

Los relojes de cuco desaparecieron de este planeta (no todas las extinciones son una desdicha). Pero aun así puedo percibir algo: la destrucción puede contenerse en una caja tan ingenua, ridícula y kisch como es un reloj de cuco.

Las agujas, aun siendo de plástico, tienen un efecto mortal.

Roy Batty

12:30 p. m.  

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