viernes, agosto 18, 2006

De Anima Bestiarium

(De la fauna y flora de los estados del alma)

VI El Pez de la Soledad

En las oscuras y frías aguas del Ponto Euxino vive un inmenso pez de color rosa, al que los nativos de Trebisonda llaman cocenitius. Tiene seis aletas en su parte superior, el cuerpo rechoncho y la mirada vidriosa. Según Ptagonios Lupíada, discípulo aventajado de Hesíodo, el primer cocenitius era hijo ilegítimo de Tritón y de Hécate. En los primeros días del mundo gustaba de acercarse a la playa donde muchos siglos después desembarcarán Jasón y sus argonautas; en ella descubrió una mujer, doncella de Afrodita, que se bañaba en el mar. Los grandes ojos del pez se quedaron fijos en la blanca desnudez, en los rizos de oro que corrían entre los pechos, cabellos que, tapando, mostraban, que escondiendo, incitaban. La chipriota diosa del amor, celosa del honor de su asistente, condenó al pez rosa a la soledad y a no usar semejante para procrear; si bien con este manjar tuvo la diosa Afrodita que atorarse cuando más tarde fornicó con Hermes, y el resultado, Hermafrodito, se fundió con la ninfa Sálmacis en un solo ser de doble sexo. Sigue contando Ptagonios que cuando el cocenitius encuentra a otro ser vivo en su camino errante por el Ponto, los dos mueren instantáneamente al verse: de sus cuerpos muertos se alimentan los cangrejos.

10 Comentarios:

Blogger L Malaletra dijo...

gran final JL. Este pez merece figurar muy arriba en el Olimpo de seres melancólicos que estás elaborando.
saludos

10:46 a. m.  
Blogger José L. Muñoz Expósito dijo...

Usuario raro, rarito, eliminado.

Gracias por vuestro apoyo.

Voy a ver si soy capaz de filtrar todo esto para que no entren desaprensivos como el que hemos eliminado.

11:05 a. m.  
Blogger L Malaletra dijo...

Pues el culo de la desaprensiva no estaba tan mal...

11:08 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Alimentas el deseo de sumergirse en espacios mitológicos, explorar continentes todavía desconocidos por mí: Ovidio, Homero...Graves
Impaciencia, torpeza....pero sobre todo, me siento estimulada.

11:20 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Por favor, d´artagnan, tú que tienes todo el poder y parte de la gloria, revisa los comentarios de la entrada de Calexico y pule esos desperfectos que arañan las córneas.
Todo un mosquetero..

11:58 a. m.  
Blogger José L. Muñoz Expósito dijo...

Queridísima gela y hermana de la Guardia de la Noche, los comentarios a las entradas no se pueden editar, sólo puedo borrarlas (también pueden hacerlo Doc Leo y Quintín Montero)Lo único editable es una entrada, pero no un comentario...

Un beso...

1:29 p. m.  
Blogger L Malaletra dijo...

Se me pasó JL: la foto del pescaito es impresionante.

2:43 p. m.  
Blogger José L. Muñoz Expósito dijo...

Obviamente no es el pez rosa del Mar Negro, es una golodrina de mar....una especie de pez volador (y no llega a los 30 cm)

2:46 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Es delicioso este pequeño recopilatorio que haces sobre flora y fauna de la edad de oro grecolatina, por llamarla de alguna forma, con intrusiones de dioses y ninfas. Tuve la gran suerte de conocer a uno de los ultimos y verdaderos humanistas que nos quedan, un caballero ya algo entrado en años. Trabamos cierta amistad, de modo que al mismo tiempo que me enseñaba latín y griego, y traducíamos juntos a Ovidio, me contaba toda clase de antiguas historias mitológicas. Es algo que de ningún modo deberíamos prescindir y ni muchísimo menos sepultar en el olvido...

8:46 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Te envidio J. L. D'Artagnan. No sólo por tu estilo impecable, sino por el talento poético y la erudición que reflejas en tu bestiario.

A ver si cuando sea mayor soy capaz de escribir algo que ligeramente se le parezca ;-)

Tienes razón, habrá que seguir leyendo y leyendo y leyendo...

4:39 p. m.  

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