De Anima Bestiarium
(De la fauna y flora de los estados del alma)
IV El Arbusto y la Piedra
IV El Arbusto y la Piedra
Es Ítaca, patria del Rey Odiseo, un isla dura y seca en la que nada podría crecer si no fuera por una extraña relación amorosa. Cuenta Apolonio Filoneida, el de las manos cansadas, que el viconoide es un pequeño arbusto de negro tronco y verdes hojas, oscuras y recias, que crece sobre las piedras grises de la isla. Va introduciendo sus raíces por entre los huecos que dejan las rocas, las cuales, en un gesto de amor y locura carnal, se entreabren solícitas para entrelazarse con la planta, mezclando sus esencias y disgregándose paulatinamente. El interminable paso de los años, el rigor de las tormentas y el sol del Egeo convierten a los amantes en arena, esa misma arena que reposa en la playa con el único objetivo de ser besada por el héroe que vuelve a su tierra.
8 Comentarios:
Inicio potente "Es Itaca...". Tambien me gusta de esta entrega la referencia al estilo homérico clásico: "Cuenta Apolonio Filoneida, el de las manos cansadas...". Quizás reduciría las referencias al amor: relación amorosa, gesto de amor, los amantes..., dándole un toque más orgánico.
Saludos
Mis neuronas no elaboran el gore; éste nace de la aceptación de lo perverso y de mi incapacidad de contar lo que de verdad elaboran mis neuronas...
"Con el único objetivo de ser besada por el héroe que vuelve a su tierra"... Impresionante final. Tus escritos suenan como una sinfonía...
Unión y disgregación. Metamorfosis de un encuentro en lecho de guerrero anhelante.
Esas pinceladas de fusión amorosa, entrega concertada, identidad convergente surgida del desgaste son perfectas.
Que otros cuenten sus paisajes orgánicos.
Esta tal Gela repudia la posiblidad de "un toque más orgánico" para esta entrada del Anima Bestiarium: que lo sepa, los amores entre plantas y rocas no pueden ser más que amores minerales. Fulgurante pasión mineral.
La abstracción lírica o, si prefieres, la enajenación del componente más tangible, no implica repudia "mente bestiarium"
Hacer de lo meramente orgánico algo bello es una de las funciones de la poesía; el precio a pagar, o el camino más fácil, es humanizar (en un sentido mental o incluso senti-mental) lo orgánico.
Más entregas de Anima Bestirarium habrá en que lo orgánico (y aún lo inorgánico) estará sublimado por afán poético.
Completamente de acuerdo con tu enunciado, pero puntualicemos -ya hemos intentado desmenuzar en otra entrada la complejidad de continentes y contenidos-:
Otro camino fácil, aséptico, es eludir defensivamente la evocación de sentimientos, emociones, que el lector -sujeto humano hasta ahora- pone en juego.
Mostrais vuestras hojas afiladas cuando recojo términos previamente expuestos:...."nada podría crecer si no fuera por una extraña relación amorosa...""...huecos que dejan en un gesto de amor y locura carnal..."
Yo hablo de "pinceladas de fusión amorosa"
Que pretendéis moveros entre savia que precipita con carbonato cálcico, estupendo: afilad más esa pluma.
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