CALEXICO: añorando la frontera

Escuchar a Calexico es sumirse en las polvorientas fronteras del western, transitar desfiladeros rocosos en el desierto a lomos del peyote y una botella de tequila, irse de parranda con crepusculares mariachís o conducir por las infinitas carreteras que atraviesan el desierto de Sonora.
Algunos temas (los más oscuros) del disco de 1998 The Black Light podrían acompañar la lectura de libros como Meridiano de sangre de Cormac McCarthy: banda sonora con guiños a Morricone, percusiones profundas y arreglos de viento que generan atmósferas espinosas e inquietantes (escúchese "Chanc" o "Missing"). Tampoco desentonarían en algunos pasajes de A sangre fría o en un western torturado de Anthony Mann. Los discos posteriores Hot Rail (2000) y Feast of Wire (2003) son igualmente recomendables, quizás éste último el más depurado y elegante de todos, con leves virajes electrónicos.
Viva Calexico!
2 Comentarios:
Escuchando a Calexico estos días, esquirlas de salitre desprendidas de la memoria próxima se van desprendiendo.
Rlamblas pedregosas, resecas, ribeteadas de zarzas y matorrales espinosos.
Costillares de olvidadas construcciones, carcomidos por el tiempo.
Sombras esqueléticas de pitas que se doblegan a una luz demoledora.
Reverberaciones de plata fundida cuando el mar se descubre estático, a lo lejos.
Estas sensaciones reclaman sonidos metálicos, vibraciones prolongadas,
pulsos de viento y cuerda que contengan la espera.
!Qué no pare la música!
!Que estos danzarines ateos, somnolientos, empapen sus cuerpos con melodías seductoras!
Canción: Minas de Cobre -The Black light-
Intimista "Missing": imágenes de "Paris-Texas"
Error de transcripción: esquirlas de salitre se van desprendiendo de la memoria próxima.
Que alguien retire esa rumiación erosiva
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